Wednesday, May 18, 2011

One year anniversary: seen through my wife's eyes and heart

(La versión en español está después de la versión en inglés. The Spanish version follows the English version)


          My beloved husband gave me the honor of writing the anniversary post in his blog. I gladly accepted the challenge.

A year ago our lives changed forever. We woke up as any other morning, without realizing the turn of events that would change life as we knew it.

            People ask me all the time how I cope, how I remain strong and cheerful through all this. I don't have a magic formula, all I can say is that I decided to live one day at a time and focus on the positive. As bad as it sounds seeing your perfectly healthy husband become paralyzed in the blink of an eye, when I reflect back on this year, I find a lot of positives. Among them:
Ø  Our relationship is at an all-time high and we feel closer than ever.  Having gone through all the difficulties and overcoming every obstacle in front of us, we feel like we can accomplish anything if we try together.
Ø  We are sharing more as a couple and as a family. Enzo used to travel a great deal. While we miss the accumulation of Delta Skymiles, we love to have him around.
Ø  We have felt the love, comfort and support of family, friends, neighbors and coworkers like never before. It's been incredibly heartwarming to receive so much affection.
Ø  Friends that were distant or even "lost" have come closer to our lives again. Of course, we have to also thank Facebook for that.
Ø  We are living a much healthier life and have both lost weight. We are eating better and exercising more regularly. When you experience such scare, you don't take good health for granted.
Ø  Our kids are learning a powerful life lesson and becoming more sensitive to other people's hardship and disabilities. I'm sure Enzo wanted to tell this story himself, but I have to share it to prove my point. One day one of our six-year-old twins brought her rundown classroom stuffed animal pet home. The poor thing had lost an ear and wasn't looking good after almost a year of passing from one kid's hand to another.  When Enzo saw it, he made the comment that it was time to replace it to which Sabrina responded: "No Daddy, how could we? Imagine if we threw you away when you got hurt!" That was amazing!
Ø  We now enjoy more all the little things we used to take for granted. Now everything takes more effort, so we appreciate everything more.

            I'm probably making it sound too good to be true, but it's just the way we want to see it. Of course not everything has been good. Of course there have been terrible moments where we felt weak and negative. Of course there are negative things to face everyday. You have to face the negative and learn to live with it, and for that you need to mourn your loss. I'm not an expert, but you have to go through the whole "stages of grief" process to overcome something this difficult. We have cried our eyes out in the process. I remember crying all the way from my house in Alpharetta to the Shepherd Center when Enzo was in rehab (a 45 min to 1 hour commute depending on traffic). During those times, I allowed myself to have all the negative thoughts I could. I mourned what we lost, I thought how unfair it was, sometimes I was mad as hell , and sometimes I prayed. In the end I felt relieved. It was like thinking: "OK, now we are clear about what we lost, lets start counting what we still have". I could then focus on the positive. I found myself having less and less of those moments as time passed. I have learned to accept our reality and truly love the life that we have.
           
            Have I lost faith and hope with acceptance? Absolutely not! We are realistic about the fact that, as time passes, the likelihood of Enzo's full recovery goes down. But we see miracles everyday, we see science advance and we know it's still possible. We trust Our Lord and know when the time is right, things will happen. However, above all things we have faith and trust that we'll keep fighting to build a wonderful life for ourselves and for our four beautiful children.
           
            Enzo, you dedicate each of your posts to people. I dedicate this to you: my love, my strength, my other half.  I would not change this journey with you for anything. You have made me who I am and you inspire me every day. With you I know I can reach the stars. All things considered,  I'm lucky because I have you in my life.


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 Primer aniversario visto con los ojos y el corazón de mi esposa.



    
        
Mi adorado esposo me concedió el honor de escribir el "post" aniversario de su blog. Encantada acepté el reto.

            Hace un año nuestras vidas cambiaron para siempre. Nos levantamos como cualquier otra mañana, sin sospechar los eventos que más tarde cambiarían nuestra vida tal como la conocíamos.

            La gente me pregunta todo el tiempo cómo hago para permanecer fuerte y contenta a pesar de todo lo que hemos pasado. La verdad no tengo una fórmula mágica, lo que puedo decir es que decidí vivir día a día, enfocándome en lo positivo. Con todo lo mal que suena que tu perfectamente saludable esposo quede paralizado en un abrir y cerrar de ojos, cuando reflexiono en lo que fue este año, encuentro mucho positivo. Entre ello:
·      Nuestra relación está en su mejor momento y nos sentimos más cerca que nunca. Después de haber pasado por todas estas dificultades y superar cada obstáculo frente a nosotros, sentimos que podemos lograr lo que sea si lo intentamos juntos.
·      Ahora compartimos más como pareja y como familia. Enzo viajaba muchísimo antes de la lesión. Aunque extrañamos la acumulación de millas de Delta, nos encanta tenerlo cerca.
·      Hemos sentido como nunca antes el amor, cariño y apoyo de familia, amigos, vecinos y compañeros de trabajo. Ha sido increíblemente conmovedor el recibir tantas muestras de afecto. 
·      Amigos que estaban distantes y hasta "perdidos" han reaparecido y se han acercado de nuevo a nosotros. Claro que también hay que agradecerle a Facebook por esto.
·      Estamos viviendo una vida mucho más saludable. Los dos hemos perdido peso, estamos comiendo mucho mejor y haciendo ejercicios con más regularidad. Cuando  uno pasa un susto tan grande, no da por sentado el tener buena salud.
·      Nuestros hijos están aprendiendo una gran lección de vida y volviéndose más sensibles ante las penurias y discapacidades de otros. Estoy segura que Enzo querría contarles esta historia el mismo, pero tengo que compartirla para probar este punto. Un día, una de nuestras mellizas de 6 años trajo a la casa la mascota de su clase, un caballito de peluche bien estropeado. El pobre había perdido una oreja y no lucia nada bien después de casi un año pasando de mano en mano de los niños de la clase.  Cuando Enzo lo vio comento que ya era tiempo de remplazarlo, a lo cual Sabrina respondió: "No papi, cómo podríamos? Imagínate si te hubiésemos botado cuando te enfermaste!" Eso fue increíble!
·      Ahora disfrutamos más todas esas pequeñas cosas que antes dábamos por sentadas. Ahora todo requiera más esfuerzo, así que lo apreciamos más.


          Quizás estoy haciéndolo sonar demasiado bueno para ser verdad, pero esa es la manera como lo vemos.  Por supuesto que no todo ha sido bueno. Por supuesto que ha habido momentos terribles en los cuales nos sentimos débiles y negativos. Uno tiene que enfrentar lo negativo y aprender a vivir con ello, y para eso hay que experimentar un proceso de duelo. No soy experta en la materia, pero sé que para superar algo tan difícil hay que atravesar todas las etapas "etapas de duelo".  En el proceso hemos llorado hasta casi perder los ojos. Me acuerdo llorar todo el camino desde mi casa en Alpharetta hasta el "Shepherd Center" cuando Enzo estaba en rehabilitación (de 45 minutos a una hora dependiendo del tráfico).  En esos momentos me permitía tener todos los pensamientos negativos posibles. Lloraba nuestra perdida,  pensaba en lo injusto que ha sido todo, a veces sentía una rabia inmensa, a veces rezaba. Al final me sentía aliviada. Era como si pensara" "OK, ya que estamos claros acerca de lo que hemos perdido, comencemos a contar lo que nos queda". Podía entonces enfocarme en lo positivo. Con el paso del tiempo, me encontré cada vez teniendo menos de esos momentos. He aprendido a aceptar nuestra realidad y a amar realmente la vida que llevamos.

        Significa que he perdido la fe y la esperanza con la aceptación? Absolutamente no! Somos realistas acerca del hecho de que al pasar el tiempo, disminuye la probabilidad de que Enzo se recupere completamente.  Mas vemos milagros cada día, vemos que la ciencia avanza a pasos agigantados y sabemos que todavía es posible.  Confiamos en Nuestro Señor y sabemos que cuando sea el tiempo correcto las cosas pasarán.  Sin embargo, sobre todas las cosas tenemos confianza y fe en que seguiremos luchando para construir una vida maravillosa para nosotros y nuestros cuatro bellos hijos.

       Enzo, tú les dedicas tus posts a otras personas. Yo te dedico éste a ti: mi amor, mi fuerza, mi otra mitad. No cambiaria mi camino contigo por nada del mundo. Tú me has hecho quien soy y me inspiras cada día. Contigo sé que puedo alcanzar las estrellas. Después  de todo, soy una persona con suerte porque te tengo en mi vida.

Wednesday, May 11, 2011

Feeling good to fall!

(La versión en español está después de la versión en inglés. The Spanish version follows the English version)

After my last post, I started to remember other things that also sucked about SCI. Things that I have gotten used to. Things that have become normal. For example, I forgot the constant pain.  There is not a day when I have no pain in my body.  For different reasons, my back, my arms, my hands and ironically, even my legs take turns hurting.  I have learned to live with it, and when pain becomes unbearable I take a pill and move on. 

The other added bonus I remembered was the infamous “quad belly”.  The news was presented to me while I was in rehab. I remember one day when my OT was teaching me how to get dressed in bed, despite having lost 20 pounds my pants did not fit.  That was discouraging. Not that I am that vain but come on!  I asked my wonderful Physiatrist why. She gave me the great news that having that belly was normal for paraplegics and quadriplegics. It had to do with the abdominal muscles not being there to hold your guts in or something like that. Really Dr. E, really?  This one is really driving me crazy. Oh God, I think I am really vain. This sounds more like the complaint a South American beauty queen would make.

This morning as I was transferring from my wheelchair to my shower bench, I fell. When I was down in the floor, I did not get frustrated or sad. I did not let any tears out, as I would have done a few months ago. I man-ed up, as they say.  I spent a few minutes trying to figure out the best way to get out of the shower and back to my wheelchair. It was hard. Getting off the floor is difficult when you don’t have your legs to help you. While I thought out a way to get up and unsuccessfully tried several things, my wife got home and came to my rescue.  Between the two, we came up with a plan. She guided me out of the shower (Shepherd did a great job training my wife.)  I, with my recently developed strong arms was able to scoot out of the bathroom and push myself to my bed.  Instead of having a feeling of defeat, I had this great feeling of accomplishment and pride that pumped me up for the rest of the day.

Life is full of choices. I could have chosen to get depressed because I fell. I could have chosen to cry when I saw myself down on the floor with my lifeless legs confusingly crossed. Instead, I chose to problem solve. Once safely in bed, I chose to be proud. I chose to be energized, in the same way I get energized with each obstacle big or small I overcome.  I chose to use this experience as a lesson. There is nothing I cannot do. I chose to believe that I am not disabled. I just do things in a different way. 

I dedicate this post to my sister Angela for pushing me to do anything, for helping me problem solve any little or big problem I face, for pushing me to always have my head up.  I will never forget when I was struggling to learn how to load my chair in the car, how she tried it herself several times until she found a way that would work for me. She does not let me complain. Instead, she always works with me to find a solution. And talking about being vain, she is constantly checking that I look presentable.  SCI certainly has lots of cons but it also has its blessings. It brought me closer and closer to my sister. That is priceless!


Versión en español (Spanish version)


Una caída me hizo sentir bien

Después de mi último post comencé a recordar otras cosas relacionadas con las lesiones de la médula espinal (LME) que son un gran fastidio. Cosas a las cuales me he acostumbrado. Cosas que ya son normales. Por ejemplo, olvidé el dolor permanente. No pasa un día sin que sienta dolor en mi cuerpo.  Por diferentes razones, mi espalda, mis brazos, mis manos e, irónicamente, hasta mis piernas se turnan para causarme dolor. Sin embargo, he aprendido a vivir con el dolor; y cuando se hace insoportable, me tomo una pastilla y no me detengo. 

El otro bono que me gané con mi lesión fue la infame "tetra-panza" (mi versión en español del término en inglés quad belly, es decir, la típica panza que tienen los parapléjicos y tetrapléjicos). Me dieron esta notica cuando estaba en rehabilitación. Recuerdo que un día, mientras mi terapista ocupacional estaba enseñándome a vestirme en la cama, me di cuenta de que, a pesar de haber perdido unos 8 kilos, no me quedaban los pantalones.  Eso sí que fue desalentador. No es que yo sea vanidoso, ¡pero por favor!  Le pregunté a mi fantástica fisiatra a qué se debía esa panza. Ella me dio la maravillosa noticia de que la panza era normal en los parapléjicos y cuadripléjicos. Se debía a que ya no contaba con músculos abdominales que me sostuvieran los intestinos... o algo así. ¿Me está diciendo la verdad Dra. E? ¿La verdad?  Esto sí que me tiene de cabeza. Dios mío, me estoy volviendo verdaderamente vanidoso. ¡Esto parece una queja de una reina de belleza latinoamericana!

Esta mañana, me caí mientras me transfería de mi silla de ruedas al banco de la ducha. Pero no me frustré ni me sentí triste al verme en el suelo. No dejé caer ninguna lágrima, como lo habría hecho hace algunos meses. Como dice una expresión popular, me puse las pilas y busqué la manera de salir del atolladero.  Por unos minutos ensayé en mi mente la mejor manera de salir de la ducha y regresar a mi silla de ruedas. ¡Fue difícil! Levantarse después de una caída sin que las piernas te ayuden no es una misión fácil. Mientras buscaba la manera de levantarme y sin éxito intentaba varias estrategias, llegó mi esposa y vino a rescatarme. Entre los dos, ideamos un plan. Ella me ayudó a salir de la ducha (en el Shepherd prepararon a mi esposa maravillosamente bien). Gracias a la fuerza que he ido adquiriendo en mis brazos, pude salir del baño y, empujándome, me arrastré hasta la cama.  En lugar de sentirme derrotado, sentí una gran sensación de logro y orgullo, que me energizó por el resto del día.

La vida nos ofrece una infinidad de opciones. Yo pude haber optado por deprimirme a causa de la caída. Pude haberme puesto a llorar al verme en el suelo, con mis inútiles piernas confusamente cruzadas entre sí. Pero opté por resolver el problema. Una vez a salvo sobre la cama, opté por sentirme orgulloso. Opté por sentirme energizado, de la misma manera como me siento energizado cada vez que me sobrepongo a un obstáculo, grande o pequeño. Opté por aprender de esta experiencia. No hay nada que no pueda hacer. Finalmente, opté por creer que no estoy discapacitado. Sencillamente hago las cosas de manera diferente. 

Quiero dedicar la página de hoy a mi hermana Ángela, quien me anima a hacer de todo, quien me ayuda a solucionar cualquier problema que enfrente, sea grande o pequeño, quien me alienta a llevar la cabeza siempre en alto. Nunca olvidaré cuando yo estaba aprendiendo a montar mi silla en el carro. Mi hermana probó ella misma varias maneras hasta encontrar una que me serviría. Ángela no permite que me queje. Por el contrario, siempre me ayuda a encontrar una solución. Y hablando de ser vanidoso, ella siempre se ocupó de que me viera presentable. Ciertamente las LME tienen muchos cons, pero también vienen con muchas bendiciones. Una de ellas es que me acercó mucho más a mi hermana. ¡Eso no tiene precio!